AUNOR PARQUES INFANTILES, MOBILIARIO URBANO Y COLUMPIOS

Nada es intocable para los amigos de lo ajeno, que se están cebando con el mobiliario urbano de la villa. Primero fue el cableado, después las papeleras, las arquetas y, por último, los grifos de las fuentes. Con el mismo ánimo: vender como chatarra lo robado a cambio de unos cuartos. Pero, recientemente, las sustracciones se han extendido a un bien aún más valioso, que permite que los niños con minusvalías puedan jugar con los demás en igualdad de condiciones. Y es que los ladrones no han respetado ni los columpios para niños discapacitados de Abandoibarra, junto al parque del palacio Euskalduna.
El área de Obras y Servicios del Consistorio ya ha detectado dos robos en estos aparatos adaptados, semejantes a mecedoras y donde los pequeños pueden balancearse. El primero, a principios de diciembre, y el segundo, dos semanas después. Los operarios repusieron de inmediato la primera pieza, pero volvió a desaparecer quince días más tarde. Vuelta a reinstalar la cesta. El Ayuntamiento ya ha invertido 2.400 euros en la sustitución de ambos equipamientos, porque cada uno cuesta 1.200 euros.
Los trapecios fueron robados por la noche. Lo curioso es que, al contrario que el resto de mobiliario urbano expoliado, los cacos no cometieron el delito con ánimo de lucro. Y no sólo porque los columpios estén fabricados en plástico duro y no coticen bien en la chatarrería. En ambos casos, las piezas fueron cuidadosamente desprendidas de los ejes mediante alicates, lo que hace pensar a las autoridades municipales que quien se las llevó pensaba darles «un nuevo uso» en otro lugar.
Las mismas fuentes no ocultaron su enfado por este «engorro». «La actuación de los ladrones no es sólo criticable por el coste de la reposición, sino por las molestias generadas», explicaron. Además, han coincidido con una época en la que los pequeños contaban con más tiempo libre para acudir a jugar al parque. «Los chavales se han trasladado hasta allí y luego se daban cuenta de que los columpios habilitados especialmente para ellos no estaban», se quejaron.
Aunque no son habituales, no es la primera vez que se registran robos en los columpios de Bilbao, que cuenta con 134 parques para niños y 18 para mayores. Por ejemplo, en la zona infantil de Botica Vieja desapareció en verano otra cesta de un balancín adaptado. El Consistorio dispone de un servicio de inspección periódica y de mantenimiento que se ocupa de limpiar los juegos, revisar anclajes y tornillos, borrar pintadas y comprobar todos los recovecos en busca de elementos extraños. Cualquier anomalía en los recintos se notifica de inmediato.

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