El padre de un chico abona 660 euros por los daños causados por su hijo y unos amigos a farolas en el Cotillo y diferente mobiliario urbano
El pronto pago al Ayuntamiento de los daños evita al menor ir al juzgado
«Nunca pensé que mi hijo hiciera estas cosas porque es de los que aprueba en clase» o «jamas creí que el mobiliario urbano fuera algo tan caro». Son las frases más repetidas por los padres cuando se enteran de la 'gamberrada' del niño. Que no es tal, sino vandalismo ciudadano. Y de que tienen que pagarla. En metálico.
Algo que muchos hacen no gustosos precisamente pero sin dudarlo al Ayuntamiento con tal de evitar a sus hijos el trago de ser denunciados ante la Fiscalía del Menor y tener pasar por el juzgado para acabar condenados a multas o a trabajar para la comunidad, además de tener que abonar finalmente los daños causados. Tambien se recogeran los daños causados en los columpios de los parques infantiles
Último caso
Es el caso de los menores a los que la Policía sorprende e identifica después o mientras llevan a cabo alguna vandálica acción contra farolas, señales, papeleras u otros bienes municipales. El último caso de jóvenes 'cazados' por la Policía, y de padres que han optado por el 'pronto pago', se ha dado estos días de la Semana Santa.
Todo gracias a la colaboración de un anónimo vecino que llamó a la Policía Local para informar de que cuatro jóvenes la habían emprendido contra las farolas del alumbrado público de la calle peatonal que comunica la de Pedro y Francisco González con la avenida de Extremadura. Al lugar acudió también una patrulla del CNP que colaboró en la identificación de los chicos.
Comunicado a los padres el suceso y la posibilidad de poder abonar el importe de los daños, antes de denunciar ante la Fiscalía de Menores la acción, uno de los progenitores pagó en la Jefatura de la Policía Local los 660,80 euros en que el técnico municipal valoró los daños causados las farolas y el coste de la reparación.
La fórmula del 'pronto pago' del vandalismo para el caso de menores implicados tiene como objetivo evitar la judicialización al menor, explica el intendente de la Policía Local, Enrique Cenalmor. En el caso de que los daños no superen los 400 euros el Código Penal lo considera falta y si rebasan esa cifra, delito de daños.
El responsable policial explica que también es conscientes de que «a esa edad un error lo puede cometer cualquiera». Por eso el Ayuntamiento da la opción al padre de que pague los daños y dé un toque de atención al hijo, por que, en caso contrario, hay que tomar otras medidas que suponen pasar por el juzgado. De lo que se trata, explica, «es de preservar al menor de algo que a los 14 años puede ser traumático» y de no causar más perjuicios a la familia, que deberá tener que ir a declarar ante la Fiscalía a Cáceres y presentar al chico o chica a la autoridad judicial.
El objetivo es de llegar a un acuerdo con los padres y de que estos lleguen a otro con el hijo para evitar que esos hechos se repitan. El Ayuntamiento, una vez notificada la factura de los daños, da un plazo a los responsables del menor para que la abonen. Si no lo hacen, reclama judicialmente.
Hasta la fecha se han dado varios casos de menores sorprendidos por la Policía dañando bienes municipales cuyos padre han pagado, aunque este último de las farolas es de mayor cuantía. Se persigue, apunta Cenalmor, que los padres pongan orden en casa y el Ayuntamiento cobra. «Somos siempre partidarios de mediar y dar un toque de atención al menor que denunciar directamente al Fiscal», añade el intendente.
Considera este responsable de la Policía Local que el paso de un menor por el juzgado para responder de una falta o delito de daños, según la cuantía, puede ser perjudicial para el chico. Sabe que si es juzgado y condenado, no solo tendrá que pagar días multa conforme al dinero de los padres o realizar trabajos para la comunidad, como mantenimiento de viales o instalaciones municipales (siempre que el Ayuntamiento tenga suscrito convenio para conmutar la condena con Instituciones Penitenciarias), sino que también sus padres acabarán soltando el importe de los daños causado por puro gamberrismo o violenta diversión absurda del grupo juvenil, a menudo cohesionado en la igualdad que supone seguir al líder hasta en estas acciones.
El responsable policial hace un llamamiento a los padres para que recuerden a sus hijos que el mobiliario urbano se paga entre todos los ciudadanos, es muy caro y el Ayuntamiento tiene que afrontar cada año la reposición de una parte importante con un alto coste.
Papá paga el vandalismo sobre el mobiliario urbano
jueves 10 de mayo, 2012
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