AUNOR PARQUES INFANTILES, MOBILIARIO URBANO Y COLUMPIOS

A los concellos mariñanos más poblados el vandalismo les cuesta entre diez y treinta mil euros al año. Los destrozos en mobiliario urbano (bancos o papeleras), farolas, luminarias, árboles, plantas ornamentales, contenedores e incluso juegos de los parques infantiles suponen un gasto importante y cada vez más difícil de asumir por la precaria situación económica de las Administraciones locales. El regidor burelense, José María González Barcia, estima en unos treinta mil euros el coste anual de reposiciones o reparaciones, incluida la mano de obra: «É a axuda que podían recibir o Burela de fútbol e o equipo de baloncesto xuntos».

Este tipo de trabajos se demoran por los problemas financieros. «Cada vez temos máis dificultades para facer fronte ás reposicións de material, no que se gastaron moitos cartos no seu día», constata Javier Jorge Castiñeira, primer edil de Foz. «Antes cambiábalo con celeridade e agora tardas moitísimo e a xente cabréase...», abunda González Barcia. Su homólogo cervense, Alfonso Villares, reconoce que «o vas retrasando, se ves que non é algo imprescindible».

¿Quién da con los autores?

Buena parte de los daños se concentran en las noches del fin de semana y las vacaciones de verano o Semana Santa, cuando la afluencia de gente es mayor y la actividad lúdica se dispara. Pero también se producen desperfectos por semana. La mañana del 5 de abril de 2011, martes, aparecieron 27 farolas, 11 luminarias rotas y mobiliario deteriorado en el área recreativa de O Cargadoiro, en Ribadeo.

El Concello valoró los destrozos en unos 20.000 euros y la colaboración vecinal permitió localizar a los autores, dos veinteañeros del municipio. «Primeiro confesaron, pero logo houbo complicacións xudiciais e aínda non está resolto», afirma el alcalde, Fernando Suárez. Pocas veces se logra identificar a los responsables de este tipo de acciones. Hace menos de una semana se repitieron en San Cibrao, con cuantiosos daños, esta vez en propiedades privadas (coches, cristales de un edificio y hasta una tabla de surf).